El alabastro es un material con unas características muy especiales. Por una parte, su estética recuerda al mármol. Pero por otra, es completamente traslúcido: la luz pasa con facilidad a través de él. Por esto, el resultado de juntar alabastro con la llama de una vela es un ambiente lleno de paz. Que nuestros Portavelas Zen estén hechos de alabastro no es casualidad...
El alabastro es muy usado en estilos de decoración que buscan ser clásicos, pero tener un toque que lo cambia todo. Por ejemplo, un suelo de alabastro (con lámparas debajo de él) consigue un ambiente acogedor e íntimo, pero también original. No es habitual ver como una piedra ‘emite’ luz.
Sin embargo, y aunque hoy en día se sigue utilizando mucho, esto no es nada nuevo. Civilizaciones antiguas como la egipcia o la mesopotámica usaban este mineral para sus palacios o sus decoraciones, con resultados igual de impresionantes. La tumba de Tutankamon tenía tanto alabastro dentro que bastaba una pequeña fuente de luz para que se iluminase entera.
También hay ejemplos más recientes, como la Mezquita de Alabastro de El Cairo, construida en el siglo XIX. Todo su techo, de este material, refleja los rayos del sol, convirtiéndola en un espectáculo visual los días despejados.
Por todo esto, tener un Portavelas Zen es como tener un trocito de luz en casa, deseando iluminar todos tus momentos de reflexión, meditación o conversaciones profundas. Escoge tu vela favorita (si tiene un olor que te encante, mejor que mejor), ponla en su interior y disfruta de ese ambiente de intimidad que solo el alabastro sabe crear.